El presidente de la República, Nayib Bukele, dijo el pasado lunes que está considerando ordenar la suspensión definitiva de la presa El Chaparral para evitar los “problemas” que está generando el FMLN.
Bukele acusó al partido que llevó a Mauricio Funes a la presidencia, de estar contraponiendo a las comunidades de San Luis La Reina, San Miguel, al Proyecto para provocar confusión social. “Es mejor detener el proyecto”, dijo Bukele.
El costo inicial de El Chaparral, en construcción desde hace 10 años, costará $180 millones más de lo estimado inicialmente.
El mandatario reaccionó a una publicación de un matutino, que mostraba la paralización de las obras de trabajo en la represa por parte de la comunidad San Luis de La Reina, San Miguel, por supuesta falta de cumplimiento de los proyectos sociales de indemnización.
“Al FMLN no le bastó robarse el dinero del Chaparral, ahora quiere poner a las comunidades en contra del proyecto. Creo que es mejor detenerlo y pasar el caso a la Fiscalía General de la República (FGR)”, indicó Bukele en Twitter.
El actual presidente de CEL, Daniel Álvarez, dijo que las “obras que el FMLN prometió a la comunidad no son viables” y ahora “los quieren utilizar” para el bloque en la zona de construcción. “No vamos ceder a ese tipo de presiones. Las cosas ya cambiaron”, aseguró.
El Chaparral es un polémico proyecto de generación de energía hidroeléctrica que, una vez finalizado, inyectará a la red eléctrica nacional 67 megavatios (MW). Durante el tiempo de construcción, que inició en 2008, se ha modificado tres veces el costo de inversión.
El primer monto se manejó por unos $220 millones pero luego se incrementó a $226 millones. En 2015, CEL indicó un segundo incremento de $64 millones y se elevó a $290 millones. Para 2018, la autónoma anunció que la inversión superaría los $400 millones y parte de este financiamiento es del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
El proyecto es además parte de una investigación de la Fiscalía General por negociaciones irregulares en el pago a la italiana Astaldi, la primera empresa que tomó la construcción del proyecto pero que dejó incompleta la obra, y aun así recibió un pago de $108.5 millones que se le pagaron por orden es del expresidente Mauricio Funes al considerar que en el país no había abogados que pudieran ganar una damanda con la que amenazó Astaldi.
La construcción de El Chaparral se esperaba que finalizara en el primer semestre de 2018. David López Villafuerte, expresidente de Grupo CEL, justificó en agosto del año pasado que “con las ganas de terminar antes, nosotros siempre poníamos metas difíciles”. Anunció que el proyecto se entregaría en los primeros meses de 2019.
