El ex fiscal general Douglas Meléndez pidió asilo político en los Estados Unidos, lugar donde se encuentra desde hace varias semanas, alegando que es un perseguido de la justicia penal salvadoreña.
Meléndez ha sido seriamente cuestionado en El Salvador después que cuatro fiscales y dos empleados administrativos de la FGR lo denunciaron por haberlos sometidos a tratos crueles y otros tipos de coacciones para que declararan falsedades en un caso controversial, corruptela, a cambio de otorgarles calidad de testigos criteriados.
Los fiscales renunciaron a la calidad de criteriados y denunciaron a Meléndez y otros seis fiscales de haberlos “torturado” para que declararan en dicho juicio donde los principales imputados son el ex presidente Mauricio Funes, el empresario salvadoreño Enrique Rais y el ex fiscal general Luis Antonio Martínez.
La denuncia la interpusieron los fiscales y los administrativo ante la Procuraduría Para la Defensa de los Derechos Humanos, ante la misma fiscalía y más recientemente en el Juzgado Séptimo de Paz de Salvador, tribual que ha ordenado certificar lo conducente al Juzgado 4o de Instrucción donde se ventila el llamado caso “corruptela”.
El ex fiscal Meléndez estaría justificando ante el gobierno de los Estados Unidos, que se trata de un caso de persecución penal en su contra y debido a supuestas amenazas en contra suya y de su familia.
El empresario salvadoreño Enrique Rais ha persistido en sus denuncias sobre las violaciones al debido proceso y a sus derechos humanos, desde hace tres años, cuando valiéndose de grabaciones telefónicas falsas e ilegales, fue injustamente encausado con su sobrino Hugo Blanco Rais y el ex fiscal Luis Martínez.
Ninguna fuente oficial ha querido responder a la presa sobre la noticia pero, teniendo en cuenta que la misma ha sido retomada en Nicaragua por el ex presidente Mauricio Funes y que dicho exmandatario dispone de una vasta red de informantes desde El Salvador, la misma ha cobrado carácter viral.
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