Como presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi tiene la prerrogativa de ser quien invita al presidente de la nación a dar el discurso anual sobre el estado de la Unión (conocido como SOTU, por sus siglas en inglés). De hecho, el 3 de enero hizo lo propio y emplazó al mandatario a comparecer en el Capitolio el próximo día 29. Pero alegando motivos de seguridad y salvo que el cierre del Gobierno “se levante esta semana”, Pelosi ha sugerido a Donald Trump a trabajar juntos para determinar otra fecha apropiada” o que entregue “por escrito” al Congreso el discurso el mismo esa misma fecha. “Puede hacerlo desde e Despacho Oval si lo desea”, ofreció, como alternativa, la presidenta de la Cámara de Representantes.
“Y desde el inicio de los presupuestos modernos, en el año fiscal de 1977, nunca se ha hecho durante un cierre de Gobierno”, ha apostillado. Pelosi también ha recordado que el pasado mes de septiembre la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, designó el discurso sobre el estado de la Nación como un “evento especial” reconociendo la necesidad de “emplear plenamente” los recursos federales para celebrarlo en condiciones de seguridad. En opinión de Pelosi, dicha calificación requiere “semanas de planificación detallada con decenas de agencias trabajando juntas para garantizar la seguridad de todos los participantes”, bajo el liderazgo del Servicio Secreto.
En el día 26 del cierre de Gobierno conocido como shutdown, no hay salida a la vista para la crisis. En el corazón del conflicto fiscal entre el Ejecutivo -republicano- y la oposición -demócrata- está el muro que Trump quiere erigir en la frontera con México, para cuya construcción reclama más de 5.000 millones de dólares. Los demócratas se oponen firmemente a ese proyecto.
El discurso sobre el Estado de la Unión es un ejercicio obligatorio para que el presidente explique al pueblo estadounidense y a sus legisladores sus prioridades para el próximo año. El primer discurso sobre el estado de la Unión fue pronunciado por George Washington el 8 de enero de 1790 en Nueva York.
Hasta el momento no ha habido respuesta de la Casa Blanca, pero ya se especula con que la decisión de Pelosi dejaba a Trump sin uno de sus momentos favoritos de la presidencia: comparecer en horario de máxima audiencia ante el país. “Ni el Servicio Secreto ni el Departamento de Seguridad Nacional han recibido fondos durante 26 días, con departamentos cruciales paralizados por los permisos forzados a causa del cierre parcial del Gobierno”, ha escrito Pelosi en un comunicado. Para justificar su recomendación de dirigirse a la nación por escrito, la presidenta de la Cámara ha recurrido a la historia y ha recordado que durante el siglo XIX, hasta la presidencia del demócrata Woodrow Wilson (1913-1921) era habitual que el balance anual de la gestión del Gobierno se hiciera de esa manera