Centroamérica y República Dominicana enfrentan un deterioro sostenido de sus sistemas democráticos, según el Séptimo Informe Estado de la Región 2025, presentado el martes en Honduras. El estudio, que abarca el período 2018–2023, alerta sobre retrocesos institucionales que acercan a varios países a niveles de inestabilidad política similares a los vividos en el siglo XX.
El informe clasifica a la región como un “laboratorio político” donde coexisten democracias liberales, regímenes híbridos y gobiernos autoritarios. El retroceso democrático es más severo en Nicaragua y El Salvador, mientras que Guatemala y Honduras presentan condiciones mixtas y volátiles. En contraste, Costa Rica, Panamá y República Dominicana mantienen mayor estabilidad institucional.
La socióloga Julieta Castellanos, exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, afirmó que en Nicaragua y El Salvador se observan “regímenes autoritarios”, con concentración de poder y debilitamiento de los contrapesos institucionales. En el caso salvadoreño, señaló que “lo que hemos visto es un partido único, prácticamente un presidencialismo que ha opacado, por no decir eliminado, los poderes del Estado”.
El informe también advierte sobre el fortalecimiento de las fuerzas armadas en labores de orden público, pese a la ausencia de amenazas externas. Esta tendencia representa un riesgo para los derechos civiles, ya que podría facilitar el uso político de la fuerza estatal. El gasto militar regional casi se duplicó entre 2010 y 2022, pasando de 1.129 a 2.022 millones de dólares, con República Dominicana concentrando el 33.2 % de ese presupuesto.
Los autores del estudio instan a los gobiernos y a la sociedad civil a fortalecer los mecanismos de control institucional, proteger la libertad de prensa y garantizar el respeto al sufragio, la paz y los derechos humanos. En un contexto de creciente polarización y concentración de poder, el informe subraya la urgencia de reactivar el compromiso democrático en la región.