El jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, anunció este domingo que un total de 32.000 ex presos rusos concluyeron sus contratos con la formación paramilitar y han vuelto a su casa, lo que supone un nuevo revés para Vladimir Putin en medio de la contraofensiva que inició hace semanas el Ejército de Ucrania.
“Para el 18 de junio de 2023, 32.000 personas con condenas previas que participaron en la operación militar especial en el territorio de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en las filas de Wagner han vuelto a sus casas”, señaló Prigozhin, citado por su servicio de prensa.
Agregó que el 0,25% de esas personas cometieron algún delito tras abandonar el lugar del servicio, lo que constituye un porcentaje ínfimo al lado de la cantidad de ex convictos reincidentes que no han tenido relación con el grupo mercenario.
Prigozhin salió así al paso de las críticas sobre el comportamiento delictivo de algunos mercenarios del Grupo Wagner que regresan de Ucrania.
Según el jefe mercenario, los antiguos combatientes de ese grupo cometen “80 veces menos delitos” que otros ex presidiarios.
Prigozhin reconoció a finales de mayo en una entrevista haber reclutado a unos 50.000 presos de cárceles rusas para la ofensiva en Ucrania.
La semana pasada el jefe del Grupo Wagner reiteró la negativa de sus combatientes a firmar un contrato con el ministerio de Defensa ruso después de que Putin insistiera en esa necesidad para dar cobertura legal a los beneficios sociales para todos los que luchan en Ucrania.
“Cuando la patria estaba en problemas, cuando se necesitaba la ayuda de Wagner y salimos todos a defenderla, el presidente nos prometió todas las garantías sociales”, señaló en su canal de Telegram.
“Tengo 20.000 muertos, ¿Deberían firmar también un contrato con el Ministerio de Defensa?”, se preguntó con sorna Prigozhin.
Recalcó que, cuando los mercenarios comenzaron a participar en la guerra, “nadie dijo que estaríamos obligados a firmar acuerdos con el Ministerio de Defensa”.
Prigozhin, que el fin de semana pasado había dicho que no firmaría un acuerdo para subordinarse a Defensa, reiteró que “ninguno de los combatientes de Wagner está listo para volver a recorrer el camino de la vergüenza. Y así nadie firmará contratos”.
Indicó, además, que en cuanto a las garantías sociales, la Cámara Baja y Putin “encontrarán una solución de compromiso” para los mercenarios.
“Hasta donde yo sé, el Ministerio de Defensa ahora está cerrando contratos con todos los que quieran continuar sirviendo en la zona de operaciones militares especiales. Esta es la única forma de garantizar las garantías sociales”, dijo Putin la víspera durante una reunión con corresponsales y blogueros militares.
El Grupo Wagner no es legal en Rusia, pero el Kremlin permite que opere fuera de territorio ruso.
El presidente del Comité de Defensa de la Duma (Cámara Baja), Andrei Kartapolov, afirmó ayer que se están preparando propuestas para determinar el estatus legal de la empresa militar privada.
Explicó que “no estamos hablando de legalización, estamos hablando de determinar su forma jurídica de acuerdo con nuestra legislación”.