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Las parejas LAT y el auge de relaciones estables sin convivencia

“No vivo con mi marido y estamos felizmente casados”: Experiencias de figuras reconocidas y testimonios anónimos muestran cómo la distancia física puede fortalecer vínculos afectivos y permitir mayor desarrollo individual

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El fenómeno de las parejas LAT (“Living Apart Together”, por sus siglas en inglés), que consiste en mantener una relación estable sin compartir el mismo domicilio, se está volviendo cada vez más visible a nivel global. Aunque esta opción desafía el paradigma tradicional del matrimonio o la vida en pareja, cada vez más testimonios y ejemplos públicos muestran que el amor y la convivencia no tienen por qué ser inseparables.

Testimonios y referentes: vivir el amor a distancia

Margaret y Peter son una de esas parejas que han desafiado la norma durante más de una década y media. Según informó la BBCMargaret reside en Londres y Peter vive en Australia; la distancia y los viajes intercontinentales hacen que se vean en persona una vez al año o cada 18 meses. Pese a ello, Margaret asegura: “He hecho un montón de nuevos amigos y vivo sola en mi acogedor piso de Londres. Así que he hecho todo eso sin dejar de estar casada; ha sido una experiencia maravillosa”.

Testimonios de parejas famosas y anónimas muestran que el amor puede prosperar sin compartir domicilio (AP)

El caso de Margaret y Peter no es un fenómeno aislado. El artículo de la BBC destaca a varias figuras de alto perfil que han optado por un modelo LAT. La actriz Gwyneth Paltrow y su esposo Brad Falchuk pasaron los primeros años de su matrimonio viviendo en casas separadas; según Paltrow, este arreglo les ayudó a mantener viva la relación. Similar ha sido la experiencia de la modelo Ashley Graham y su esposo Justin Ervin, así como la de la actriz Helena Bonham Carter con Tim Burton durante sus 13 años juntos. Por su parte, Sheryl Lee Ralph, intérprete en la serie Abbott Elementary, ha vivido durante casi dos décadas en la costa opuesta de su marido debido a compromisos laborales incompatibles: Hollywood para ella, Filadelfia para él.

Esos testimonios demuestran que la distancia geográfica no necesariamente implica lejanía emocional ni menoscabo en la calidad de la relación.

Motivos personales y profesionales detrás de la elección LAT

La decisión de vivir separados puede obedecer a motivaciones diversas, muchas veces ligadas a trayectorias vitales o profesionales individuales. En el caso de Margaret, el cambio vino de la mano de su crecimiento personal y profesional: después de criar a cuatro hijos en Australia y no trabajar fuera de casa, decidió regresar a la universidad, graduarse con un doctorado en lingüística aplicada y luego mudarse a Londres. “Ascendí profesionalmente cuando la mayoría de la gente piensa en jubilarse. Sí, puedes conseguir un trabajo a tiempo completo a los 60 años si quieres. Sí, puedes vivir en otro país y hacer todas estas cosas emocionantes, incluso mudarte a otro continente”, explicó.

Otro testimonio recogido por el programa Woman’s Hour de la BBC es el de Kerry, quien pactó con su pareja nunca cohabitar para preservar su independencia. Compraron casas cercanas y compartieron la vivienda con terceros como parte de una estrategia financiera y de vida. Kerry planifica casarse eventualmente, pero sostiene que no desea cambiar este modelo: “Funciona de maravilla para ambos y, como resultado, se siente como la relación más sólida que hemos tenido”.

Ventajas y desafíos de la vida en hogares separados

Margaret reconoce que existen ventajas y desventajas

De acuerdo con los relatos, entre las ventajas del modelo LAT se destaca la posibilidad de mantener la independencia y la búsqueda de proyectos personales sin sacrificar necesariamente el compromiso afectivo. Kerry puntualiza que el acuerdo de no convivencia les permite conservar libertad y vivir la relación con mayor solidez.

No todo es positivo. Margaret reconoce que existen desventajas: “Las desventajas para Peter son que sigue viviendo en la misma casa familiar en Brisbane, y no socializa muy bien por su cuenta, y puede que se sienta un poco solo allí. Y para mí, la desventaja es la falta de compañía; no la tengo”. Para sobrellevarlo, asegura que la comunicación regular resulta esencial, contando a su esposo cada detalle de su vida en Londres y manteniendo un fuerte vínculo afectivo a pesar de la distancia.

Percepción social y cifras oficiales

A pesar del aumento de visibilidad, el modelo LAT continúa siendo minoritario. Según cifras oficiales mencionadas por la BBC, “la proporción de personas casadas o en unión civil que viven separadas es muy baja, un 3%”.

Recomendaciones para quienes eligen LAT

Ammanda Major, directora de Calidad Clínica de Relate —un conocido servicio de asesoramiento para parejas—, afirma que este acuerdo no es para todo el mundo. Señala, no obstante, que puede ofrecer “espacio, un lugar al que regresar, donde se pueden mantener los propios intereses, el propio sentido de identidad”. Major recomienda que, para que el modelo LAT funcione, la decisión debe ser consensuada y firme, acompañada de reglas básicas, revisión regular del estado de la relación y una comunicación clara en todo momento, abordando aspectos logísticos como días de encuentro, sexualidad y cuidado de los hijos si los hay.

La vida en hogares separados demuestra que el amor y la convivencia no siempre deben ser términos inseparables. La experiencia de Margaret, las historias de parejas célebres y las recomendaciones de expertos sugieren que, para quienes lo eligen, el modelo LAT puede abrir nuevas formas de vivir el vínculo amoroso con autonomía y plenitud.

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