FMLN quiere romper la República para instalar un régimen totalitario en el país

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Redacción DL. Finalmente, el FMLN se ha quitado la careta al proponer públicamente que se reforme la Constitución de la República para aprobar en elección directa a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y así completar su ambicioso plan de controlar los tres poderes del Estado.

La propuestas formal la hizo la jefa de fracción del FMLN, la eterna comunista de hueso colorado, Norma Guevara, durante la sesión plenaria conmemorativa al trigésimo cuarto aniversario de la entrada en vigencia de la Carta Magna de 1983. La dirigente, recurrió al expediente de señalar a la Sala de lo Constitucional actual como una “dictadura judicial”.

En su discurso, la diputada Guevara insiste en reformar el Art. 248 de la Constitución a fin de  que sea “el pueblo” quien elija a lo magistrados, todos, absolutamente todos, de la Corte Suprema de Justicia y así poder controlar el poder del Estado con un régimen totalitario. Para ello, la diputada roja pretende que se discuta la posibilidad de que sea el pueblo quien los elija “bajo el mismo principio de voto directo, igualitario y secreto”, y con ello se le quite a la Asamblea Legislativa la facultad de hacerlo ( de elegir)

“Sería mejor reformar todos los artículos de la Constitución referentes al modo de elegir magistrados de CSJ y pasar a que sea el pueblo quien los elija bajo el mismo principio de voto directo, igualitario y secreto”, dijo.

La Rosa de Luxemburgo, como llaman algunos de sus compañeros a la dirigente del FMLN, acusó a la Sala de lo Constitucional de ser “dictadura judicial”, de generar “inseguridad jurídica” y de “violentar derechos constitucionales de más de un centenar de ciudadanos”, refiriéndose a los diputados suplentes cuya elección fue declarada inconstitucional, por no haber sido electos de manera directa, sino a través del voto a sus propietarios.

Guevara también reclamó a la Sala de lo Constitucional la “desarticulación” del Tribunal Supremo Electoral (TSE), refiriéndose a la declaratoria de inconstitucionalidad de la elección de Ulises Rivas, por no haber comprobado su independencia partidaria.
El carácter fundamental de la República en un Estado democrático radica en la separación de Poderes tal como lo establece la constitución. Cualquier intención de romper ese orden debe ser considerado como un atentado contra la existencia del Estado y por consiguiente hacer funcionar la fuerza represiva que otorga la constitución. Ya es hora de que los comunistas, porque que los hay, los hay,  y los tontos útiles que con discursos de activismo social creen que la luna es de queso porque la miran blanca, se den cuenta que el único pueblo del que se puede hablar en El Salvador es aquel que en las próximas elecciones presidenciales decidirá si seguimos la ruta del precipicio o si, por el contrario, optamos por nuevos líderes que saquen al país del atolladero en el que se encuentra.