Por mucho tiempo el alcohol estuvo asociado solo con el cáncer de hígado. Sin embargo, tanto la comunidad médica como la científica comenzó a recopilar información estadística que revelaron un problema aún mayor del que se creía: los efectos carcinógenos del alcohol van mucho más allá y pueden afectar a diferentes órganos del cuerpo.
El primer trabajo que encendió la alarma fue el de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, que reveló que la ingesta de alcohol produce siete tipos diferentes de cáncer: boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon, intestino y mama. Ahora, la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) ratificó estos descubrimientos y aseveró que afecta a varios órganos más.
“El alcohol es un carcinógeno, una sustancia que potencialmente genera cáncer. Eso es algo conocido para la medicina. Aunque es importante diferenciar su toxicidad directa sobre los tejidos de órganos por los que pasa, como la boca, la faringe, el esófago y el estómago – donde la toxicidad del alcohol es directa- de aquella producida en órganos donde se metaboliza y su toxicidad entonces es diferente, como el hígado”, explicó a Infobae el doctor Alejandro Turek, médico especialista en Oncología (M.N. 65.164).
Jennie Connor, autora del trabajo de la Universidad de Otago, sostuvo entonces que “existe gran evidencia de que el alcohol produce cáncer en siete lugares, y probablemente en otros”.
Hasta el momento, la ASCO jamás había relacionado de manera formal el vínculo entre el alcohol y el cáncer, pero en un comunicado alertó sobre la importancia de “controlar el consumo de alcohol de alto riesgo” para reducir el riesgo de padecer el mal.
La ASCO informó que ya existe “evidencia convincente” de que el consumo etílico está relacionado con los cáncer de boca, garganta, caja de la voz, colorrectal, hígado y mama, pero también afirmó que se encontró “suficiente evidencia para sugerir” que está detrás del de páncreas, estómago y otros tipos de cáncer.
Con respecto al debate sobre si el alcohol en sí mismo o algunos de los elementos que lo componen son los causantes de cáncer, para la ASCO no existen dudas: “La respuesta es que las asociaciones entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer se han observado consistentemente, independientemente del tipo específico de bebida alcohólica”.
De acuerdo al informe el alcohol es responsable de, al menos, el cinco por ciento de los cánceres y las muertes por esta enfermedad en todo el mundo.
Por su parte, Susanna Brown, directora científica de la Fundación Mundial de Investigación del Cáncer (WCRF, por sus siglas en inglés), comentó: “Este informe confirma que la bebida está fuertemente ligada a un ascendente número de diferentes cánceres. Hoy, vemos que el riesgo crece a medida que el volumen de alcohol crece, y estamos de acuerdo de que hay evidencia sólida para concluir de que el consumo de alcohol provoca cáncer”.
Cómo afecta al organismo
“Para los cánceres de cabeza y cuello y del esófago, el producto de degradación del alcohol (acetaldehído, que es un carcinógeno establecido) toca los tejidos directamente cuando uno ingiere una bebida alcohólica y causa cáncer”, explicó la doctora y coautora del estudio de la ASCO Noelle LoConte, profesora de la Facultad de medicina y salud pública de la Universidad de Wisconsin.
Con respecto al de hígado, el sexto cáncer más común en el mundo y la segunda causa principal de muerte relacionada con el mal, se desarrolla debido a la cirrosis, cuando las células hepáticas sanas son reemplazadas por células del tejido cicatricial dañadas, que pueden convertirse en cancerosas.
“Existe más de una clase de cáncer de hígado primario: el carcinoma hepatocelular (cáncer hepatocelular); el colangiocarcinoma intrahepático (cáncer de conducto biliar); el angiosarcoma, el hemangiosarcoma y el hepatoblastoma”, detalló a Infobae el doctor Ricardo García Mónaco, jefe del Servicio de Diagnóstico por Imágenes del Hospital Italiano.
Por otra parte, LoConte explicó que el alcohol “interfiere con la absorción del folato, que es un paso crítico en el desarrollo del cáncer de colon”.
Con respecto al cáncer de mama, los especialistas sostuvieron que “está demostrado que el alcohol aumenta los niveles de estrógeno, lo que pone a las mujeres en mayor riesgo”. Esto sucede debido a que cuando los niveles de estrógeno de una mujer se vuelven anormalmente altos, la hormona la expone en mayor riesgo de padecer la enfermedad. En ese sentido, la ASCO sostuvo que las mujeres que bebieron incluso un trago de cerveza o vino, que poseen un contenido de alcohol significativamente menor que los licores, por ejemplo, tenían cinco por ciento más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama premenopáusico y nueve por ciento más de hacerlo después de la menopausia.
La importancia del consumo responsable
Para Turek hay una relación directa entre cantidad, calidad y los hábitos cotidianos: “A mayor consumo, más graduación y menor calidad del alcohol ingerido el riesgo es mayor. Sugerimos que una copa de buen vino tinto sea una medida diaria”.
“En las consultas cotidianas algunos pacientes nos dicen que consumen un litro de vino diario. Esto es claramente un exceso. El alcohol consumido por sobre el límite de lo “social” habitualmente se acompaña de otros malos hábitos de nuestro estilo de vida”, explicó Turek y agregó algo de lo que no se habla es que “el alcohol potencia el efecto carcinógeno del cigarrillo manufacturado industrial en esos y otros órganos”, sumó Turek.
El especialista indicó que, en ese sentido, más allá de los avances de la medicina, la única manera de “disminuir la incidencia del cáncer en Argentina” es a través de “la educación, la cultura de autocuidado de nuestra salud y la información continua”.
Finalmente, la doctora LoConte aconsejó: “Si no bebe, no comience y si lo hace trate de mantenerse bajo las recomendaciones de 1 vaso o menos por día para las mujeres y 2 o menos para los hombres”.
Fuente: Infobae