Sueño americano continuará con o sin Trump, aseguran migrantes

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Cuando lo único que se tiene es el deseo de progresar y vivir, los kilómetros recorridos y los peligros se vuelven intrascendentes. Por ello, no es extraño que los migrantes centroamericanos que se encuentran en Oaxaca, aseguren que el sueño americano continúa con Donald Trump o sin él.

“Las condiciones que viven en Centroamérica son difíciles y muchas de ellas son de vida o muerte, o salen o se mueren, entonces ellos van a continuar con Trump o sin él. Ellos van a seguir”, mencionó en entrevista con Notimex, Alberto Donis Rodríguez, encargado del albergue Hermanos en el Camino.

Ubicado en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, municipio que forma parte de la ruta migratoria que utilizan los originarios de Centroamérica para llegar a Estados Unidos, este espacio fue fundado en 2007 por el Padre Alejandro Solalinde, para resguardar y proteger a los migrantes que están en busca del sueño americano.

Provenientes de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, miles de hombres, mujeres y niños que salen de sus países en busca de mejores condiciones de vida o bien para alejarse de la violencia, encuentran en este sitio una mano amiga, a un costado de las vías donde pasa el tren de mercancías conocido como “La Bestia”.

“Aquí les damos asistencia humanitaria, acompañamiento sicológico, asesoramiento legal en sus procesos migratorios; les damos alimento y una estadía de uno o dos meses. Antes recibíamos de 5 mil a 6 mil migrantes al mes, ahora recibimos mil o 2 mil.

Esto, porque ha bajado como un 50 por ciento desde hace dos años que se implementó el Programa Frontera Sur del gobierno federal”, dijo. Al respecto, cabe mencionar que dicho esquema busca proteger y salvaguardar los derechos humanos de los migrantes que ingresan y transitan por México.

En 2014, 342 mil 384 migrantes centroamericanos se encontraban en tránsito irregular por México, cifra que ha ido en aumento desde el 2011, según datos del “Prontuario sobre movilidad y migración internacional: Dimensiones del fenómeno en México”, elaborado por el Consejo Nacional de Población (Conapo) y la Secretaría de Gobernación (Segob).

Hoy, son precisamente los poco más de 100 migrantes que se encuentran en este refugio a la espera de una visa por razones humanitarias o simplemente descansando antes de continuar su trayecto, quienes levantan la voz y envían un mensaje al actual presidente de los Estados Unidos: “nosotros vamos a seguir luchando”.

Con un semblante que deja ver preocupación y determinación, Wilmer, un migrante hondureño de 27 años, mencionó que fue hace dos meses cuando dejó su país para emprender el camino de lo que dice “sería un sueño hecho realidad, de hecho, alucino estar allá porque tendría la oportunidad de salir de pobre”.

Describió que actualmente se encuentra en el albergue a la espera de su visa por razones humanitarias, documento que expide el gobierno mexicano para que los migrantes que han sido víctimas de algún atropello en el territorio nacional, puedan permanecer en el país mientras su denuncia tiene resolución.

Cuando se le cuestiona la razón por la cual decidió salir de su país, su sonrisa desvanecida hace evidente la respuesta. Wilmer, al igual que muchos de sus connacionales, salió de Honduras por la falta de oportunidades de trabajo y la violencia que ahí se vive.

“Allá me dedicaba al negocio y me tocaba pagarles a los mareros el impuesto de guerra para que me dejaran trabajar, y a veces no había venta y no les podíamos quedar mal porque nos matan a la familia. Por más que yo le busque a la vida, no hay nada ahí, por eso busco superarme”, señaló.

Al cuestionarle su principal motor para continuar, no duda en responder “ayudar a mi mamá y a mi hermanito, quiero que él continúe con sus estudios, porque ahorita va en la primaria y no quiero que pase por lo que yo estoy viviendo”.

Sentado en una banca de cemento abrazando con apego su única posesión, una mochila, Wilmer aseveró: “se sufre un poco, pero el mismo anhelo ir para Estados Unidos, es lo que lo motiva a uno, porque si se camina mucho, se gasta mucho, pero el sueño americano es lo que me mantiene motivado para seguir”.

No obstante, está consciente de que en caso de lograr cruzar la frontera, el panorama que prevalece actualmente en Estados Unidos con las políticas migratorias del presidente Donald Trump, no será algo sencillo de sortear.

De acuerdo a datos del Prontuario antes citado, en el 2015, 42 mil 162 migrantes centroamericanos que permanecieron hasta un mes en aquel país, fueron repatriados por la autoridad migratoria estadunidense. De estos, 19 mil 262, provenían de Guatemala; 11 mil 594 de El Salvador y 11 mil 306 eran de origen hondureño.

Sonreír cuando la vida te pone obstáculos, no es sencillo, no obstante, hay personas dignas de admirar que lo consiguen.

“Para qué estoy triste, mejor sonrío por tener a mis hijos conmigo en la ilusión que tengo de tener una vida mejor cuando cruce”, dijo la mujer migrante con el nombre de la diosa madre de los egipcios, Isis.

Sin dejar de mirar a la pequeña Brittany de apenas 2 años de edad, quien juega con su vieja muñeca, Isis, madre soltera de origen hondureño, narró los motivos que la obligaron a salir de su país: “allá era comerciante, vendía lo que iba saliendo por temporadas, y pues como no se gana mucho por eso decidí venir, para tener otra vida”.

Cobijados por un sinfín de pestañas negras, los ojos de Isis sólo tienen cabida para sus cuatro pequeños: Brittany, Alan de 11 años, Kevin de 9 y Denis de 7 años, con quienes actualmente se encuentra viviendo en el albergue.

“El grande me dice que él quiere que crucemos, que no quiere quedarse aquí en México, por eso pienso cruzar, encontrarme un trabajo y seguir manteniendo a mis hijos, para que puedan seguir estudiando y encontrar una vida diferente de la que tenía en Honduras”, destacó.

Resaltó que aunque hoy se encuentra varada en el albergue debido a que no cuenta con dinero suficiente para llegar a la Ciudad de México, no desistirá hasta alcanzar el sueño americano.

“Si le pudiera decir algo al señor Trump, sería que no fuera tan egoísta, que mirara las necesidades de las demás personas”, destacó.

Para miles de migrantes centroamericanos, el sueño americano continúa vigente, aunque Donald Trump sea presidente de Estados Unidos, como menciona Wilmar, “pienso que muchos nos vamos a quedar en el camino aunque este él, pero nuestra ilusión no se frena por nada ni por nadie.

“Entonces, pues le pedimos también a Dios que le haga cambiar de parecer y que no haga todo lo que él ha dicho, y le pedimos que si tiene ojos que no nos vea, que si tiene oídos que no nos escuché y que podamos llegar. Yo tengo fe en que voy a lograrlo”, dijo.