Sospechan que granada RPG 12 encontrada en operativo policial fuese parte del inventario de Caballería

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Un equipo de expertos en explosivos de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de los Estados Unidos, inició este viernes investigaciones sobre cómo ocurrieron las explosiones que destruyeron tres polvorines en el Regimiento de Caballería en San Juan Opico.

Los expertos buscan determinar las circunstancias en que se originaron las tres explosiones, el pasado lunes 28 de septiembre, en una de las bodegas del Regimiento de caballería donde se tenían resguardadas municiones y explosivos.

“El equipo de 22 miembros de la ATF están en El Salvador para la investigación, esto en respuesta a la solicitud que recibimos de parte del Ministerio de la Defensa y la Fiscalía”, dijo Harry Peñate, agregado regional de la ATF.

Peñate aseguró que el Ministerio de la Defensa ya le entregó el inventario de las municiones y explosivos que había en esa bodega de la explosión.

“Ya nos ha entregaron las listas (del inventario de municiones y explosivos) y nuestro equipo está trabajando comparando para saber qué explotó y que no”, dijo Peñate.

El representante de ATF agregó que todavía no se tiene una fecha para la entrega de los resultados de la investigación. Dichos resultados serán entregados a la embajada de los Estados Unidos en El Salvador y luego al Ministerio de la Defensa, Fiscalía y Policía.

Sin embargo, de manera alarmante, una fuente cercana al ministerio de Defensa declaró, condicionando no citar su nombre ni grado militar, que las autoridades militares han mostrado preocupación por el aparecimiento de granadas RPG 12, que supuestamente habrían estado en las bodegas del polvorín de Caballería, durante un operativo  policial en las Lomas de San Francisco.

El explosivo fue localizado en la calle 5 de la residencial Lomas de San Francisco Fase II.

El artefacto encontrado en la zona era un lanzagranadas descartable, del tipo que fue utilizado en el pasado conflicto armado en la década de los años 80´s.

Elementos de la PNC acordonaron el área y cerraron el paso de un carril de la calle para evitar que los habitantes de las residenciales que se encuentran en el lugar resultaran lesionados ante una eventual explosión.

Cerca del medio día se rehabilitó la circulación en el carril que se encontraba cerrado.

Las autoridades se negaron a brindar detalles e información del incidente reportado y se retiraron de la zona sin hablar con periodistas.