La lección de Guatemala

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Por Mauricio Eduardo Colorado.-

En cuestiones políticas, El Salvador forma parte de una zona geográfica única, como lo es Centroamérica, que une dos grandes porciones del mundo, y la hacen privilegiada. Fue una verdadera lástima que la ambición de los políticos de la época de la independencia, no lograran mantener  la unidad geográfica y política con que nació Centroamérica el 15 de septiembre de 1821.

Se dice que fueron otros los verdaderos intereses que propiciaron la segregación de la patria grande, porque la división geográfica debilitó el bloque de naciones y fue más fácil el control de las potencias  de este privilegiado territorio.

Mucho se ha hablado de cuál es la verdadera causa del retrasado desarrollo de los países situados al sur de la frontera mexicana estadounidense Algunos  señalan como causa principal la religión. En el hemisferio sur de América la mayoría son (y eran en la época de la independencia) católicos, razón por la que algunos  sociólogos atribuyen a la religión la diferencia con el norte; otros sugieren que la cultura  anglosajona que fue la que llegó al norte, contrastaba con la cultura hispana que llego a Centroamérica (con Cristóbal Colón que llegó de España) y otros más apuntan que la diferencia obedece a que los primeros inmigrantes europeos hispanos, eran delincuentes, que tomaron el riesgo de traspasar el “mare tenebrosum”, a cambio de la libertad, en contraste con los ingleses que llegaron a Norteamérica por razones de las luchas religiosas en Europa, provocadas por los cismas de la iglesia, y el protestantismo de Martin Lutero, Calvino y otros.

Sea como sea, los norteamericanos (protestantes) se han desarrollado más eficientemente  que los suramericanos, en donde la corrupción política ha prevalecido en casi todos los países. Los Estados Unidos, pese a que estuvieron a punto de pulverizarse en la guerra de secesión, los perdedores fueron los que pretendían una confederación, que hubiera imposibilitado la gran nación del norte que es ahora. Pero dentro de este desarrollo histórico cambiante, Guatemala, cansada de tanta corrupción y por medio de una CICIG, ha logrado derribar ese gran muro, hasta hace poco imbatible, y en la actualidad mantiene presos a los ex Presidente  y Vicepresidente como resultado de una efectiva investigación independiente de una millonaria corrupción. Por nuestra parte hacemos votos porque la vecina República, con sus nuevas autoridades, erradique para siempre esas prácticas deshonestas que enriquecía ilícitamente a los funcionarios inescrupulosos.

En El salvador es hasta ahora que se inicia una etapa donde se mencionan las declaraciones juradas de algunos políticos que han incrementado sus bienes  transformándolos en inmensas fortunas que no tienen justificación razonable.

No nos explicamos la negativa del gobierno a permitir una CICIES, a menos que por alguna razón deseen ocultar algo incorrecto.

Ya lo dijimos antes: Quien nada debe, nada teme. Y podríamos aceptar que no se integre una CICIES pero a cambio de que nuestra propia investigación fuera creíble. Pero nos parece poco probable que haya eficiencia e imparcialidad, cuando a diario nos encontramos con casos de funcionarios que tienen a sus familiares trabajando en diversas dependencias del estado, o funcionarios en puestos magníficamente remunerados, aunque reportados como presuntos sujetos con enriquecimiento ilícito, o con incrementos de fortuna totalmente desproporcionados a lo podría ser normal. ¡Hasta no ver, no creer!