¿Qué justicia es esta caballeros?

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Por Mauricio  Eduardo Colorado

La Justicia salvadoreña ha dado una muestra más de que nos encontramos en pañales, al determinar que los ex Ministros y Vice Ministros  de Obras Públicas deben continuar “penando en Vida” llevando la carga del caso de la autopista Diego de Holguin, hoy autopista Monseñor Romero.

En este triste caso se ha dado un fenómeno único nunca visto en la jurisprudencia salvadoreña, en donde se pretende Juzgar a las personas que llegaron a sustituir a un Ministro sospechoso de corrupción, por un honorable abogado, quien ha resultado con la carga de una culpa que no tiene sentido.

Dicho de otra manera, se retira a una persona por estar bajo sospecha de manejar mal el caso de la construcción de la autopista Diego de Holguin, pero se juzga a quien llegó a sustituirlo precisamente porque se tiene serias dudas del antecesor.

En el caso existe el antecedente de un incidente en el cual hubo un intercambio de expresiones celebrado entre dos personajes muy conocidos en la política nacional, que se demandaron mutuamente, sin que al final se haya aclarado qué hubo de cierto o falso en lo sucedido.

El caso en resumen fue el siguiente: De alguna forma, alguien expresó que en el caso de la construcción de la Diego de Holguin, se habían extraviado 30 millones de dólares. Posteriormente, un alto personaje del Partido Arena, que en ese entonces gobernaba el país,  declaró que el titular del Ministerio encargado de la obra, había aceptado el hecho como cierto, pero que él había entregado el dinero a su jefe inmediato.

Pero esa supuesta plática no tiene testigos y consecuentemente  sería la palabra de uno contra la del otro. Ese incidente provocó dos procesos por calumnia o difamación, que finalizaron en conciliación, y consecuentemente no se estableció la veracidad o falsedad de lo dicho.

Con el cambio de gobierno, el nuevo Ministro de Obras Públicas, presento a la Fiscalía una camionada de documentos que supuestamente comprobaban el delito de peculado cometido por: ¡SORPRENDASE LECTOR¡ No por el Ministro sustituido  y que supuestamente había aceptado su culpabilidad a cambio de que el dinero lo había entregado al jefe superior, sino al Ministro que llego a sustituirlo porque el otro estaba obrando indebidamente.

Así las cosas, hoy la  Juez de la causa  ordena continuar el juicio contra este ex  Ministro, dejando por fuera al que inició todo este feo asunto. Por eso, el Ministro hoy  acusado del delito, declara que él no ve dentro de lo juzgado a quien debería estar siendo juzgado como responsable del delito.

Nosotros lo que vemos es que de forma muy elegante- o sucia- como Ud. lo quiera ver la justicia salvadoreña, se vale de un ardid para relevar de culpa a quien de alguna forma podría ser responsable de esa irregularidad judicial que muy fácilmente puede llevar a la cárcel a uno o varias personas inocentes. Si a todo lo anterior le sumamos que el Ministro hoy enjuiciado tiene un record de honradez y honorabilidad envidiable, muy contrastante con el record del ministro sustituido, cabe la pregunta que titula este artículo: ¿QUE JUSTICIA ES ESTA CABALLEROS?