Encuentran en EEUU un valioso tesoro de un naufragio español del siglo XVIII

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Una familia de buscadores de tesoros recuperó una valiosa colección de monedas de un naufragio español del siglo XVIII en las costas de Florida, en el sureste de Estados Unidos, informó la empresa que los subcontrata.

“Uno de los descubrimientos más importantes en la historia de la flota de 1715. Felicitaciones a toda la familia Schmitt y la tripulación del Arrr Booty”, se congratuló en su página de Facebook la empresa 1715 Fleet – Queens Jewels LLC, en referencia a las personas que lo encontraron y el nombre de su embarcación.

El tesoro, que tiene un valor estimado de 1 millón de dólares, incluye 51 monedas de oro, una cadena de oro de 12 metros y una moneda acuñada durante el reinado de Felipe V, la pieza más importante del lote por ser muy poco común, indicó Brent Brisben de Queens Jewel al sitio de noticias Florida Today.

La familia Schmitt se topó con las monedas hace un mes en aguas poco profundas en la costa de Fort Pierce, Florida.

No obstante, el anuncio se realizó esta semana para coincidir con el 300 aniversario del naufragio de una flota de barcos provenientes de Cuba que, a fines de julio de 1715, se fue a pique víctima de un potente huracán frente a Florida, señaló Brisben.

Mantener el secreto fue “particularmente duro para la familia que hizo el hallazgo. Han estado exultantes”, dijo Brisben, quien destacó que las piezas están en muy buen estado.

Las monedas recuperadas por los Schmitt serían del barco llamado Capitana, que era dirigido por don Juan Esteban de Ubilla y que transportaba una buena cantidad de objetos de valor.

Tras el naufragio, España recuperó gran parte del tesoro, pero en el fondo del mar quedan cientos de miles de monedas por un valor de 550 millones de dólares a la espera de ser descubiertas, estima en su página web la empresa Queens Jewel, que ha hecho con anterioridad otros hallazgos del accidente de 1715.

Según las leyes, el estado de Florida se queda con el 20% de los tesoros encontrados en sus costas y el resto será dividido entre la empresa y la familia Schmitt.