Sánchez Cerén se verá en serios aprietos si sigue atacando a la Sala de lo Constitucional

3
1844

Por Eduardo Vázquez Bécker.-

Pocas veces hemos visto a un presidente de la República enfrentar a la Sala de lo Constitucional como lo está haciendo Salvador Sánchez Cerén.

Sánchez Cerén ha llamado a la Sala y a sus magistrados como le ha venido en gana. Asegura que estos siguen líneas del partido ARENA y que están empeñados en desestabilizar al gobierno.

No, señor Presidente, usted está equivocado; los magistrados de la Sala de lo Constitucional son personas honestas, profesionales ecuánimes que no merecen ser insultados de la manera que usted lo hace.

En una de sus últimas resoluciones, la que impone como medida cautelar que se suspenda cualquier trámite para operativizar el famoso préstamo de los $900 millones, lo que hizo la Sala fue tratar de poner las cosas en orden.

No es la cantidad de dinero ni su destino la razón que suspende los trámites.

Simplemente se trata de que los diputados de su partido con sus respectivos aliados “irrespetaron” el proceso de formación de la ley que establece la Constitución Política de El Salvador.

La Carta Magna es clara cuando establece que cuando se trata de votar una ley y esta no alcanza la mayoría, es decir la mitad más uno en adelante, es enviada al archivo y no se puede intentar su aprobación sino hasta seis meses después.

El proyecto de ley para la aprobación de los $900 millones requería por su naturaleza de 56 votos para su aprobación y solo obtuvo 55. En ese momento el presidente de la Junta Directiva de la Asamblea o del que hiciese sus funciones en ese momento, tuvo que informar al pleno que no había la mayoría requerida por la ley y que el proyecto pasaba a mejor vida por seis meses.

Pero vino la trampa, se suspendió la sesión plenaria, se llamó a un diputado suplente, se volvió a someter a votación el proyecto de ley y… !Asómbrese señor Presidente! Los diputados de su partido y sus aliados aprobaron un proyecto de ley que poco antes había sido desechado, burlándose de la Constitución.

Contra estos diputados y sus aliados es que debe reaccionar señor presidente y no contra los honorables magistrados de la Sala de lo Constitucional.

Si las cosas salieron mal es porque hubo un ciudadano que pidió a la Sala que cumpliera con su deber de proteger la constitucionalidad del Estado.

Se equivoca una vez más señor presidente, por ese camino no va a llegar a ninguna parte; usted le debe respeto a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y a sus magistrados así como ellos se lo deben a usted.

No es con los cientos de miles de dólares que está utilizando en su campaña mediática contra los magistrados que va a resolver los problemas de seguridad y de justicia en los que lo han metido sus ministros.

En su campaña, señor presidente, se intuye un mensaje terrible a la Asamblea Legislativa donde ya se habla de destituir a los magistrados. Con ello usted se estaría poniendo la soga al cuello.

Un presidente no puede hacer personales los problemas del Estado porque está condenado al fracaso. Recuerde, sin pasión alguna, que los magistrados de la Sala de lo Constitucional tienen más credibilidad que el mismo presidente de la República.

No se confunda señor presidente, los magistrados de la Sala de lo Constitucional no pretenden desestabilizar a nadie, no es esa su misión; de lo contrario ya hubieran resuelto la inconstitucionalidad de la Ley de Amnistía, lo que sí lo pondría a usted y a su gobierno en verdaderos aprietos.

Comments are closed.