Rusia recupera los derechos del vodka Stolíchnaya

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Moscú lleva 15 años pleiteando contra el empresario Yuri Shefler, quien se hizo con la bebida durante las caóticas privatizaciones de los noventa.

Decir vodka remite irremediablemente a Rusia. Y más cuando el vodka que tiene uno delante es Stolíchnaya, una de las marcas de este destilado más conocidas del mundo. Sin embargo, el chupito de Stolíchnaya que usted pediría en su bar favorito se­guramente no sea ruso. Las autoridades de Moscú llevan años peleando en los tribunales internacionales para recuperar la marca.

Un tribunal de apelación de Países Bajos confirmó una decisión judicial anterior con la que se devolvía los derechos de la marca Stolíchnaya a la empresa estatal rusa Soyuzplodoimport, privando de ellos al Grupo SPI, registrado en Luxemburgo y propiedad del empresario ruso exiliado Yuri Shefler, quien se hizo con las acciones de la empresa durante las caóticas privatizaciones de la década de 1990.

La decisión del tribunal sólo afecta a las ventas del agua de fuego en el Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo). Pero la lucha sigue en otros mercados donde Moscú está dando la batalla: en otros 13 países de la Unión Europea, en Estados Unidos, Australia y Brasil.

Rusia lleva 15 años intentando recuperar estos de­rechos, recordó el abogado de Soyuzplodoimport en ­Holanda, Joris van Manen.

Todo empezó en la última década del siglo pasado. En 1997, Shefler se convirtió en presidente de Soyuzplodoimport. Entonces, creó una nueva empresa, a la que puso el mismo nombre, menos una o: Soyuzplodimport. Esta pagó a Soyuzplodoimport 285.000 dólares por las 43 marcas de vodka ruso más populares. Dos años después, vendió Stolíchnaya a la holandesa Spirit International, parte del Grupo SPI, por 800.000 dólares.

En el 2001 una auditoría rusa reevaluó el ­valor de la venta en 400 millones, así que el ­Estado declaró la transacción ilegal y comenzó a intentar recuperar las marcas en el exterior. Un tribunal confirmó esta decisión y renacionalizó 17 marcas de vodka, incluida Stolíchnaya. El Gobierno resucitó su compañía, Soyuzplodoimport, para el mercado interior.

Shefler, por su parte, abandonó Rusia un año después. Desde entonces, la justicia rusa lo ­reclama por apropiación ilegal de marcas comerciales y amenazas a un funcionario. Bajo su control, el Grupo SPI ha mantenido el negocio del vodka fuera de las fronteras rusas. Hoy vende más de 380 marcas de ­bebidas alcohólicas en 170 países, según la web corpo­rativa. Aunque está registrado en Luxemburgo, tiene la mayoría de sus plantas de producción en Letonia, a orillas del mar Báltico. Soyuzplodoimport, por su parte, produce su Stolíchnaya en Kaliningrado, desde donde lo envía la mercado interior ruso y al Benelux.

Yuri Shefler ha vivido entre Reino Unido y Suiza, además de en su yate, el Serene, uno de los más grandes del mundo, construido en el 2011 por la italiana Fincantieri y que según The New York Times Shefler vendió en el 2015 al príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman. Según la revista Forbes, la fortuna de Shefler asciende a 2.200 millones de dólares.

El tribunal de apelación de Holanda ha sido más duro que la sentencia del 2015
del tribunal de Rotterdam. Aquella permitía al Grupo SPI seguir utilizando la marca Stoli, pero ahora se ha decidido que esta marca también pertenece a la empresa rusa. SPI, además, tendrá que pagar a Soyuzplodoimport todos los beneficios logrados desde 1999 en el Benelux por la venta de los vodkas Stolíchnaya, Moskóvskaya y Na Zdorovie. Según Reuters, que cita documentos de la Cámara de Comercio holandesa, la empresa obtuvo más de 100 millones de euros de beneficios en Holanda en el 2011 y el 2012, antes de trasladar sus oficinas a Curaçao.

La batalla no ha terminado aún, pues SPI “seguirá buscando todos los recursos disponibles en Holanda, incluida la apelación al Tribunal Supremo”, ha dicho en un comunicado.

Stolíchnaya (que en ruso significa metropolitano o de la capital) se creó en 1938, y a los pocos años comenzó a venderse en la URSS. Llegó a Estados Unidos en plena guerra fría, en 1971. Fuera de Rusia el producto también se ha distribuido con el nombre Stoli. En el 2015 fue el cuarto vodka prémium más vendido en el planeta, según datos de la industria.