FGR pide embargo de $1,971.015 a Molsa por prácticas anticompetitivas

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El director de la Unidad de Intereses del Estado de la Fiscalía General de la República (FGR), Mario Donald Salazar, informó a periodistas que el Ministerio Público ha presentado una Demanda en Proceso Civil Ejecutivo, en contra de la Molinos de El Salvador S.A. de C.V. (MOLSA) en el juzgado Tercero de lo Mercantil de San Salvador contra la empresa harinera Molinos de El Salvador (MOLSA) debido a que la empresa se niega a pagar $1,971,015.00 de una multa que le impuso la Superintendencia de Competencia.

Salazar dijo que MOLSA y la empresa HARISA, ambas del Grupo Salume, se habían repartido el negocio de las harinas en el país con un monto de un 55 y un 45 por ciento por ciento desde el año 2002 al 2008, lo que fue considerado por la Superintendencia de Competencia, como una práctica anticompetitiva.

El Ministerio Público se vio forzado a presentar el caso ante la Secretaría de Recepción y Distribución de Demandas, la cual designó al Juzgado Tercero de lo Civil y Mercantil, juez uno, para ventilar el caso, debido a que los representantes legales de MOLSA se niegan a hacer efectiva la multa impuesta por la Superintendencia de Competencia desde 2008.

El funcionario aseguró que desde el 2008 hay una demanda de $2,071,406.76 contra HARISA, la cual también se ha negado en cancelar la multa impuesta, “creeríamos que en los próximos días también presentaremos la solicitud para que vía judicial se haga el cobro”, dijo Salazar.

La Fiscalía espera que el juez a quien se le ha presentado la causa haga la labor coercitiva para enterar el pago al Estado.

El monopolio de las empresas MOLSA y HARISA fue tal que llegó el momento que no se permitía a ningún competidor la importación de harina, ya fuera de Honduras o Guatemala para comercializarla en El Salvador.

Los precios de las harinas comenzaron a bajar desde que otra empresa, Gumarsal, logró vender harina de trigo en la plaza nacional, sin embargo, según sus propietarios ésta fue bloqueada en repetidas ocasiones para que no ingresaran al mercado que era controlado por el Grupo Salume y sus empresa, MOLSA y HARISA, logrando finalmente que fuera intervenida Gumarsal con acusaciones infundadas y sin las pruebas robustas respectivas.