El Gobierno de la República ha decidido reducir o quitar el subsidio a la energía eléctrica a cerca de un millón de hogares salvadoreños que tendrán que pagar más por electricidad a partir de este mes.
Este millón de hogares es el remanente que quedaba de la población a la que ya se le había quitado el apoyo gubernamental para soportar los incrementos de la energía por los precios fluctuante de la vital corriente.
La información la rindió el secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas, en un programa de propaganda gubernamental trasmitido matutinamente desde el canal 10 de Televisión Nacional.
Según el secretario Chicas, las políticas de recorte de subsidio están orientadas a estimular a la gente para que implemente medidas de ahorro energético para reducir su costo.
Chicas justificó el golpe al bolsillo de los más pobres con que “el Estado necesita ajustar sus finanzas y establecer prioridades”.
El pasado 8 de febrero fueron publicadas, de manera inconsulta, reformas al Reglamento de la Ley del Fondo de Inversión Nacional en Electricidad y Telefonía (FINET), las cuales entraron en vigencia el 18 de este mes.
Las reformas ordenan que los hogares con consumos hasta 60 kilovatios hora al mes (KWh), se les descontará en la factura un máximo de $3, y para los hogares con consumos hasta 99 KWh, el subsidio será de un máximo de $4. Todos los que consuman arriba de los 99 KWh, que es la mayoría de la población salvadoreña no cuentan más con subsidio alguno.
Los generadores de electricidad de Guatemala han dejado de vender energía a El Salvador, mientras que Costa Rica y otros han decidido disminuir el volumen, debido a falta de pago.
La deuda del Gobierno a las distribuidoras de energía AES y Del Sur, supera los US$45 millones, ya que no les ha pagado desde julio del 2016. El monto habría subido a US$53 millones en enero, por lo tanto, las distribuidoras han dejado de pagar al resto de la cadena del sector como generación y comercialización.
