Israel dijo el viernes que recortaría 6 millones de dólares de financiación a Naciones Unidas en 2017 como protesta contra una resolución del Consejo de Seguridad que exige el fin de la construcción de asentamientos hebreos en territorio que los palestinos quieren para crear un Estado independiente.
Estados Unidos se abstuvo de votar la propuesta del 23 de diciembre, lo que permitió que el Consejo de Seguridad de 15 miembros adoptara la resolución con 14 votos a favor. Israel y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, habían pedido a Washington que utilizara su poder de veto.
La misión de Israel ante Naciones Unidas dijo que recortaría la financición para los organismos de la ONU que describió como “antiisraelíes”, incluido el Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino y la División de los Derechos de los Palestinos.
“Es poco razonable que Israel financie organismos que operan contra nosotros en la ONU”, dijo el embajador israelí ante Naciones Unidas, Danny Danon, en un comunicado. “La ONU debe poner fin a la absurda realidad en la que apoya organismos cuyo único propósito es difundir provocaciones y propaganda contra Israel”, agregó.
La misión israelí dijo que avanzaría con más iniciativas que tengan por objetivo poner fin a las actividades contra Israel en Naciones Unidas después de que Trump asuma la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero.
Los palestinos quieren un estado independiente en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental, áreas que Israel capturó en una guerra de 1967. La mayoría de los países en Naciones Unidas consideran a los asentamientos israelíes en Cisjordania como ilegales y los ven como un obstáculo para la paz.
Israel rechaza que los asentamientos sean ilegales y dice que su situación final debería ser definida en cualquier futura negociación sobre el Estado palestino. La última ronda de negociaciones de paz lideradas por Estados Unidos entre israelíes y palestinos fracasaron en 2014.
